mañana, al llegar la sombra a casa, todavía estaré pensando,
quizás me encuentre llorando
sin saber lo que me pasa.
mañana, cuando la luna despierte
tal vez aún esté
preguntándome porqué
te quiero sin conocerte.
otra vez el día se lleva mi trabajo
y entretanto yo, maldigo a los de arriba
y defiendo a los de abajo.
y siempre, cada vez que el día muera
yo me detendré a pensar
y quizás pueda encontrar
las respuestas que hoy quisiera.
miguel y eugenio 1973